Nosotros estamos aquí ahora, mañana serán nuestros hij@s.

El planeta  pide a gritos que giremos y lo veamos...

Los encargados de formular las políticas y los gobiernos deben garantizar que sus decisiones se basen en una preparación rigurosa sobre el futuro de las plantas y los ecosistemas, necesitan apoyar a la agricultura y a los agricultores para así tomar medidas de prevención y adaptación para preservar la sanidad vegetal que a futuro nos asegura una vida en este planeta. 

El cambio climático y las acciones humanas han alterado tanto los ecosistemas que se han creado nuevas plagas y enfermedades, lo que representan nuevos retos ya que las plagas y enfermedades constituyen una de las causas principales de la pérdida de la biodiversidad. 

Las plantas constituyen el 80 por ciento de los alimentos que comemos. Las políticas y acciones que se tomen a partir de ahora serán fundamentales para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible y en particular aquellos destinados a eliminar el hambre y la mala nutrición, reducir la pobreza, y sobre todo las amenazas al medio ambiente.

Las Naciones Unidas han declarado 2020 Año Internacional de la Sanidad Vegetal (AISV). Este año es una oportunidad única e irrepetible para sensibilizar a escala internacional sobre cómo la protección de la sanidad vegetal puede ayudar a acabar con el hambre, reducir la pobreza, proteger el medio ambiente y estimular el desarrollo económico.