Gran problema "NiNis"

Esta última década se ha puesto muy de moda el término "nini". Osea mí joven hijo no quiere estudiar y mucho menos quiere trabajar. Deja los días pasar y mientras tanto se queda en casa invernando y con la ley del mínimo esfuerzo. Al principio lo justifique diciendo que es una etapa, un periodo de descanso. Sin embargo, el tiempo pasa y poco a poco vas perdiendo la paciencia. Inevitablemente, un día explotas y el enfrentamiento con él o ella es inevitable.

En la mayoría de los casos, detrás de un "nini" (o nini en potencia) hay una historia de fracaso escolar. No hay nada que le motive. Cuando ocurre algo así la solución parece sencilla: "tendrás que empezar a trabajar". Sin embargo, muchos tampoco se esfuerzan para encontrarlo y dejan pasar el tiempo. Además que el alto nivel de desempleo no ayuda, ni el bajo salario. Por lo cuál encontrar trabajo ahora mismo es complicado y más sin estudios, sumado a que tú hij@ no está motivado será imposible.

Sé una ayuda para encontrar su camino, más que generar riñas a diario

1- Fíjate en su modo de vida. Primera misión, tienes que observar que hace tú hij@ durante todo el día apunta todo lo que hace durante varios días, incluyendo el fin de semana. 

2- Enséñale a descubrirse a sí mismo. El segundo paso es que hables con él seriamente. Enséñale la lista de cosas que ha estado haciendo durante esa última semana para que vea que no puede seguir con ese ritmo de vida. Debes tratarl@ en todo momento como un adulto sobre sus gustos y preferencias, sobre que posibilidades de futuro puede tener.

3- Si aun así él se niega o no entiende razones debés reflexionar sobre tu comportamiento respecto a él o ella. ¿Qué estás haciendo tu que pudiese contribuir a mantener esa situación? ¿Le das dinero cuando te pide? ¿Tiene un horario de llegada a casa? ¿Contribuye o ayuda de alguna manera en casa? ¿Puede estar frente al ordenador, consola o móvil el tiempo que quiera? En definitiva, ¿tiene algún tipo de responsabilidades?

Muchos de estos jovenes son pasivos, tímidos, indolentes... y desgraciadamente la sobreprotección que les damos como padres no ha contribuido a mejorar la situación. No se trata de que le eches de casa hasta que encuentre un trabajo (o se comprometa a estudiar) pero no le pongas las cosas fáciles. Si no contribuye en casa de alguna forma entonces tampoco tiene derecho.

4- Mantente firme. De nada sirve que empieces con ultimatums. Si das el paso debes mantenerte firme hasta el final, si no solo le estarás enseñando que tarde o temprano todo volverá a "ser como antes". Aunque veas que tu hij@ lo pasa mal y que se enfada contigo piensa que le estás ayudando. Los jóvenes que se encuentran en esta situación están acostumbrados a que otros les resuelvan los problemas, de manera que cuando por el camino se encuentran obstáculos se bloquean y no saben como responder, tienen miedo y se quedan parados ante la incertidumbre, postergando continuamente las responsabilidades. Tienen poca autoestima y miedo al futuro. Tienen que aprender a lidiar con la frustración porque es un sentimiento con el que se van a encontrar el resto de sus vidas. El resguardarse en el hogar con la excusa de que nada se le da bien o nada le gusta tiene que acabarse.

5- ¿Podría haber algo más detrás? También puede ocurrir que tu hijo esté pasando por un problema emocional grave. ¿Te has fijado en si su comportamiento ha cambiado últimamente? Algunos síntomas de depresión son:

- Estado de ánimo deprimido la mayor parte del tiempo.

- Incapacidad para disfrutar de las actividades con las que antes si lo hacía.

- Sentimientos de culpabilidad.

- Irritabilidad.

- Dificultad de concentración.

- Otros síntomas físicos como pérdida o ganancia de peso significativa (al menos 5%) en un periodo de 1 mes, insomnio...

- Lentitud motora, falta de respuestas emocionales ante eventos que por lo general suelen desencadenarlas...

6- Busca ayuda psicológica. Si todo lo demás no funciona o sospechas que tu hijo pueda tener un problema más profundo la mejor opción es acudir a un psicólogo que pueda asesorarle tanto a él como a ti.

NADIE DIJO QUÉ SER PADRE ES FÁCIL!