Cambiar el rumbo antes de que sea tarde...
Que este coraje que muchos ciudadanos estamos sintiendo, así como esa inconformidad. Se vuelva acción y se note en nuestro amor a México. Porque al final estamos seguros que todos queremos lo mejor para nuestro país. Este primero de diciembre le tenemos que enseñar al señor López: que no somos chairos ni fifís, que todos somos mexicanos. No más discursos de odio. Una constante que se ha dado en las desgastantes mañaneras, ya que día a día, genera una polarización. Es increíble que en más de una ocasión el presidente ha calificado a los que no piensan como él, como neoliberales, fifís, conservadores, la mafia del poder, pirruris, etc. Esto lo único que crea es una mala forma de gobernar y no corresponde a un jefe de estado. El presidente debe ser un Estadista (persona experta en asuntos de Estado o en política), no un promotor de odio entre sus gobernados. Le tenemos que reclamar el cierre de las estancias infantiles que procuraban que las mujeres puedan trabajar, y obten...